El Ayuntamiento de la Villa de San Juan de la Rambla aprobó recientemente en Pleno Extraordinario una propuesta de la Alcaldía centrada en la adquisición del inmueble histórico “Casa Delgado Oramas”, una construcción del siglo XVIII sita en pleno casco histórico, que será reformada como un establecimiento hotelero especializado en turismo alternativo que ejerza de motor económico del casco y sea referente de la salvaguarda del patrimonio material de la Villa.
“La buena ejecución de las cuentas municipales de los últimos años dan como resultado un remanente holgado que nos permite abrir miras y recuperar proyectos ambiciosos que cumplen el doble objetivo que marcamos como hoja de ruta. Por un lado, la protección de nuestro patrimonio, nuestra riqueza identificativa, y por otro, dotar al municipio de recursos que ejerzan como motor económico, tanto de manera individual como colectiva”, expone la alcaldesa Fidela Velázquez. “La inversión de 220.000 euros en la adquisición del inmueble supone un hito en lo que a patrimonio municipal se refiere y nos permite poner en marcha una doble vía de empleabilidad; la destinada a la mano de obra para la reforma y la que luego se abre para cubrir la plantilla y necesidades del establecimiento”.
Las obras planteadas consisten en la recuperación de la edificación para su uso, teniendo especial cuidado en respetar el estado original típico de la época. Por otro lado, cada planta será adaptada para las necesidades del hotel, destinado el sótano a almacén, la planta baja a zonas comunes para el hospedaje, comedor, recepción, jardín, piscina, solárium e información turística. La primera planta para las habitaciones, todas dobles y con baño privado y la planta cubierta para dos habitaciones especiales con terraza.
La instalación al completo será adaptada para facilitar la accesibilidad a personas con discapacidad, tanto de movilidad como de comunicación.
Con unas dimensiones de 594 m2, la casona familiar Delgado Oramas fue edificada en el tercer cuarto del siglo XVIII. Cuenta con dos pisos y una tercera planta interior que se distribuye en torno a un patio principal al que se accede por dos zaguanes. El traspatio está conformado por una larga galería abierta con cubierta de teja, piso de losas, madera de tea y destiladera, dando acceso a un amplio jardín. El exterior supone un mestizaje de la arquitectura de la época y del siglo XIX tras que la fachada fuera reformada después del aluvión de 1826.