El Vaticano ha concedido el Patronazgo Canónico de la Villa de La Orotava a San Isidro Labrador. El municipio ha recibido esta noticia con la emisión de un decreto del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Con este documento, la Santa Sede ha atendido la petición que la Comunidad Parroquial, junto con la hermandad de San Isidro Labrador de La Orotava, elevó a Roma para confirmar canónicamente este título que por tradición y veneración se mantiene en la Villa desde hace 400 años atrás y que desde siempre se siente en las raíces de todos los orotavenses.
De 1700 ya existen referencias a la veneración de los labradores en este municipio norteño celebrando misa y procesión en su honor. Desde aquella fecha no se ha dejado de celebrar su festividad. Según los datos históricos, los cultos se mantuvieron en la Iglesia de San Agustín hasta finales del siglo XIX, y luego se trasladan al Calvario. El historiador Manuel Hernández también afirma que la Iglesia de la Concepción registró otros importantes documentos que hacían referencia a la labor religiosa de los labradores que participaban en los actos propios de los santos patrones de la localidad, pero éstos, del s. XVII y XVIII, se han perdido con el tiempo.
Y otra referencia de antaño, en la que ya se nombra por primera vez el tema de varas y vestimentas, es la de Mariano Nouguell Secall, quien narra en 1868 que las fiestas del Santo Patrono San Isidro Labrador de la Villa de La Orotava iban precedidas de 12 labradores pobres, con varas muy largas cubiertas de flores. “De cada vara colgaban infinidad de cintas de colores diversos que representan las flores y frutas de nuestros campos. También un pañuelo de tela en forma de lazo y en la parte superior de una barra, espigas entrelazadas”. Además, destaca que entre los labriegos había costumbre de rifar una yunta de buey, honrando con este acto la caridad del Santo, igual que se hace en la actualidad. Por tanto, desde aquella fecha han sido los labradores los que se encargan de los actos religiosos y populares de San Isidro; y en el pasado siglo le dio continuidad el conjunto de medianeros del Valle que trabajaban las tierras de señores y familias importantes. Encontrándose, la gran mayoría, sólo por estas fechas. En la actualidad, los labradores continúan cada año descolgando sus varas, remozándolas con cariño y esmero. Y su mayor anhelo es velar por la protección y conservación de esta tradición, pasándola de padres a hijos y nietos.
Los principales actos en su honor se desarrollan en la Villa entre los meses de mayo y junio. Cada 15 de mayo, en concreto, se celebra el Día de San Isidro con una celebración Eucarística y procesión de las imágenes que están en la Ermita del Calvario. A partir de estas fechas, los labradores inician un cuidadoso y meticuloso trabajo con los preparativos para la celebración de los actos en honor a San Isidro y Santa María de la Cabeza durante las Fiestas Mayores del municipio: como el traslado en procesión al recinto de Las Dehesas para la Feria-Exposición de Ganado y Santa Misa con bendición, y regreso a la Ermita del Calvario; Subida de los Santos y Romería de San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza que ya celebró el pasado mes de junio su 86 edición organizada por el Liceo de Taoro en colaboración con el ayuntamiento. En todas estas celebraciones es la hermandad de labradores la que encarga exclusivamente de portar y custodiar a los santos, envolviéndoles también con sus multicolores varas de cintas características y símbolos de estos actos.
La Hermandad de Labradores, primer premio de Artesanía y Patrimonio Villa de La Orotava, celebra este año su constitución oficial con estatutos, y ahora recibe esta magnífica noticia de reconocimiento canónico del patronazgo que se recibe en conjunto.
También es de destacar que el pasado mes de junio, la Hermandad de Labradores recogió en Madrid una reliquia del Santo Patrono y que entregó a la iglesia para su custodia.