Desde el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz se sigue trabajando con las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado para encauzar la situación que se viene dando en las últimas semanas en algunas zonas de la ciudad, sobre todo en la zona de La Paz, para controlar el consumo de alcohol en la calle que se recuerda desde el municipio que está absolutamente prohibido y castigado con multas.
En esta línea, se quiere recordar que el propio alcalde de la ciudad Marco González mantuvo una reunión con el subdelegado del Gobierno Francisco Javier Plata este pasado día 21 de octubre para sumar esfuerzos en el trabajo que se viene realizando desde el municipio para el control del consumo de alcohol en la calle. Al encuentro asistieron también el jefe de la Policía Local, así como el comisario provincial accidental y el comisario de la zona Puerto de la Cruz – Los Realejos.
Desde el municipio se ha sumado a Policía Nacional a las labores que se viene ejerciendo desde la Policía Local para mantener la convivencia en las zonas de la ciudad donde producen las concentraciones de personas a altas horas de la noche. Así, se vienen coordinando los dos cuerpos para patrullar todos los fines de semana especialmente a la zona de La Paz, en la calle Aceviño y alrededores, para reforzar al cuerpo local en este desempeño. “Fruto de esta coordinación de las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, se ha trabajado para que este mismo fin de semana se refuerce este dispositivo en la zona de La Paz que permita con más recursos ejercer un mayor control en las calles”, subrayó el alcalde Marco González.
En esta línea González, junto al jefe de la Policía Local, atendieron las demandas de un grupo de vecinos preocupados con esta situación en el casco de la ciudad debido a la reapertura de locales nocturnos que producen algunas aglomeraciones en sus entornos. “La Policía Local va a redoblar esfuerzos para limitar en la medida de lo posible estas aglomeraciones y garantizar el descanso de los residentes”.
Desde el Ayuntamiento se vuelve a realizar un llamamiento al civismo y a la educación y sobre todo al respeto tanto al descanso de los demás como hacia el mobiliario urbano que se ha visto dañado estas últimas semanas por las acciones de algunas personas desaprensivas, suponiendo además un gasto extra a las arcas municipales en la reposición de dichos elementos.