El calor inclemente ha traído consigo una ola de sofocante bochorno que ha envuelto a San Cristóbal de La Laguna, convirtiéndola en el epicentro del calor en la isla. Durante la madrugada, las temperaturas ya eran significativamente altas, alcanzando los 28.5°C a medianoche, lo que presagiaba lo que estaba por venir. Sin embargo, fue poco después del mediodía cuando el termómetro registró un aumento marcado, llegando a alcanzar los 42.8°C a las 12:30 horas.
Los datos proporcionados por AEMET Canarias indican que esta cifra récord supuso la máxima temperatura alcanzada en Tenerife durante toda la jornada del sábado. El cielo continúa cubierto por un ligero manto de calima, una especie de neblina compuesta principalmente por partículas de polvo en suspensión y arena procedentes del Sáhara. Esta calima persistente ha convertido la leve brisa en un chorro de aire caliente que agrava la sensación de asfixia y sofoco en la ciudad.
La población lagunera, acostumbrada a un clima más benigno, se ha visto sorprendida y desafiada por esta oleada de calor extremo. Los habitantes buscan refugio en el interior de sus hogares, evitando salir durante las horas de mayor calor y tomando todas las precauciones necesarias para protegerse de los efectos perjudiciales del sol y las altas temperaturas.