Una de las tareas más desconocidas para los ciudadanos y que más habitualmente ha de realizar la empresa encargada de gestionar el servicio municipal de aguas de un municipio, es la de llevar a cabo el mantenimiento y la limpieza de toda la red de pluviales del municipio, más si cabe como medida preventiva ante la inminencia de la época de lluvia.
Particularizando en el municipio de Puerto de la Cruz, existen unas zonas críticas en las que se intensifica la labor de mantenimiento y limpieza tanto de imbornales como de redes de pluviales. Las zonas con más riesgo de inundación de agua son el entorno de la Plaza del Charco, la zona turística que rodea la Avenida Colón y también en la zona del Casco, como son la calle San Felipe, Puerto Viejo y adyacentes. El objetivo de este tipo de tareas es extraer toda la suciedad, como hojas, papeles, colillas, etc. que se acumulan dentro y que dificultan la recogida de agua en los días de lluvia.
En el último año, se ha efectuado la limpieza y el desatasco en un total de 746 imbornales; de los cuales 107 han tenido que ser reparados por daños estructurales y otros 43 por problemas de estanqueidad. También se han restaurado 15 pozos de pluviales, de los cuales 4 presentaban hundimiento de la tapa y 11 por ocasionar ruido al paso de vehículos. Por último, se limpió algo más de 4 kilómetros de red de pluviales.
Por un lado existe la limpieza con medios manuales, en la que el operario ejecuta las labores de mantenimiento con herramientas de mano, y por otro lado, la limpieza con medios mecánicos, en al que se usan camiones cisterna mixtos, de succión y presión, ya que pueden realizar una doble función, disponer por un lado de una manguera que libera agua a presión o la posibilidad absorber la suciedad acumulada en los imbornales o en los colectores.
Cada conexión perteneciente a una vivienda se llama acometida o toma domiciliaria. Ésta comprende la tubería que va desde el pozo intradós o desde la cámara de inspección final de la vivienda hasta el colector. El colector o alcantarilla colectora es el conducto del alcantarillado público en el que vierten sus aguas diversos ramales de una alcantarilla. Se construye bajo tierra, a menudo al medio de las calles importantes, de manera que cada una de las viviendas de esa vía puedan conectarse para la evacuación apropiada de las aguas residuales. Los colectores conducen las aguas hasta un colector principal que llevará las aguas hasta una estación depuradora o en su defecto las verterá al medio natural.
Gracias a todas estas labores de limpieza, se garantiza la capacidad hidráulica de evacuación de las aguas, los días de lluvia de las calles del municipio.