Montaña Frías ha sido, un año más, el escenario de la tradicional rogativa para pedir las lluvias que necesita el sector primario, una costumbre que en Arona se remonta a casi un siglo y que ayer ha sido rememorado por cientos de personas que han acompañado la imagen del Cristo de la Salud, tanto vecinos como fieles procedentes de Los Realejos. Recuperada hace cuatro años por el área de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento, que dirige el concejal Luis García, data, al menos de 1923.
La procesión ha salido pasadas las 10.00 horas de la iglesia de San Antonio Abad para recorrer las calles Domínguez Alfonso, avenida de la Constitución, La Mejora, calle del Sitio y camino Llano del Rey hasta llegar a la emita de la Virgen de La Milagrosa, donde se ha celebrado la eucaristía.
Por el camino, el Cristo ha recibido el homenaje de la Parranda del Ron, Amigos de Punta Rasca, Gustavo Cabrera y José Cabrera y Josele, que han interpretado folías y malagueñas, además de Alberto Delgado, concejal de Turismo del Ayuntamiento de Arona, que le ha dedicado unos versos.
La comitiva, posteriormente, ha rodeado el cementerio municipal hacia la parte alta de Montaña Frías, donde ha tenido lugar la lectura de la rogativa, que, tal y como es costumbre, ha corrido a cargo del alcalde de Arona, José Julián Mena.
Mena se ha dirigido a la imagen del Cristo para pedirle concienciación sobre “la importancia de preservar nuestro entorno y la sostenibilidad medioambiental, la importancia del agua para el sector primario y para nuestras vidas”, al tiempo que rogó “prosperidad para las familias de Arona y seguir haciendo avanzar nuestro pueblo, con nuevos proyectos y acciones”.
Miembros de la Escuela Municipal de Folclore de Arona han puesto el broche final a esta rogativa, con cantos y bailes y ataviados con vestimenta propia de los años cuarenta del siglo pasado.